Los ingredientes del éxito

Si eres constante, tendrás éxito.

Es algo que leo a menudo en publicaciones de redes sociales.

Mi opinión sobre ello es la siguiente:

Y un mojón.

En este artículo, te voy a dar mi opinión sobre los ingredientes que hace falta mezclar para tener éxito en los negocios digitales y en los no tan digitales. Algunos dependen de ti, y otros no.

Ahora que empiezan las rebajas del Corte Inglés, prueba definitiva del cambio de año, es el momento de reflexionar sobre algunas cosas.

Llevo algún tiempo dándole vueltas a un tema, porque leo muchas publicaciones sobre la cuestión del éxito profesional, pero no estoy nunca 100% de acuerdo con ellas.

Vaya por delante que no critico a nadie. No es esa mi intención.

Creo que las personas que dicen esto lo expresan sinceramente, no lo dicen por quedar bien.

A mí es que me gusta darle vueltas a las cosas, qué le voy a hacer. Recuerdo que Bárbara, mi profe de alemán en Córdoba, me decía que pienso demasiado.

Yo soy además mucho de meterme en fregados, así que vamos allá:

La cuestión del valor y la constancia

En las publicaciones que leo a menudo, se dice que aportar valor y ser constante son los ingredientes necesarios para tener una carrera exitosa.

Pero claro, yo pienso que si solamente con eso bastara, habría mucha más gente petándolo de la que hay. Y mira que no pienso que sea fácil tener de ambas.

Creo que tiene que haber más cosas que tener en cuenta aquí.

¿Es fundamental tener potra?

En mi opinión no, pero influye bastante.

Yo creo que el éxito tiene condiciones necesarias pero no suficientes. Por ejemplo:

  • Ser constante y no rendirse.
  • Hacer las cosas bien (pero mejor hecho que perfecto).
  • Estar en el sitio adecuado (o la plataforma adecuada).
  • Estar en el momento adecuado.
  • Que te haya visto la persona adecuada.

Habrás notado que las tres últimas condiciones están relacionadas con la suerte. Tienen que ver con factores externos que no dependen de ti, que tú no puedes controlar.

Querido lector, la suerte influye. A veces más, a veces menos, pero lo hace.

En uno de los podcasts de Tengo un Plan, un emprendedor llamado David Riudor dice que llega a conocer a uno de los fundadores de Twitter, porque da la casualidad de que se mete con un empleado suyo en un Uber, y éste le ofrece presentárselo.

Yo no sé tú, querido lector, pero a mí esas cosas no me pasan.

La potra es importante.

Por supuesto si después eres un gualtrapas, da igual que tengas una flor en el culo como un árbol de navidad; no te vas a comer un colín.

Por eso me gusta tanto aquello que dice Scott Adams. Cuenta que hay que trabajar sin descanso, haciendo cosas, hasta que llegue el momento en el que ese componente de suerte nos alcance.

¿Significa eso que pienso que aquellos que tienen éxito es porque tienen suerte?

No exactamente.

Yo estoy de acuerdo con lo que decía el antiguo presidente de los EE.UU., Thomas Jefferson:

“Yo creo en la suerte, y he descubierto que cuanto más trabajo, más suerte tengo”

La suerte hay que buscarla; no sólo cruzar los dedos, cerrar los ojos y desearlo muy fuerte. Puede suponer un empujón en un momento dado, pero el éxito te lo ganas tú con tu trabajo.

Lo demás son excusas que usan algunos para justificar su mediocridad.

¿Qué es aportar valor?

Esto es algo que también leo con frecuencia. Que hay que aportar valor para, por ejemplo, conseguir más seguidores en redes, más ventas o más suscriptores para tu newsletter.

Mi pregunta es: ¿qué es aportar valor?

Yo creo que esto es algo muy subjetivo. Lo que para algunos puede ser un valioso conocimiento, para otros es una perogrullada.

Vocecita que suena en mi cabeza: claro, es que tienes que hablarle a tu cliente ideal, así no pasa eso.

Creo que incluso aunque le estés hablando a tu cliente ideal, la percepción del valor sigue siendo subjetiva.

Yo veo a gente publicando cosas mojónicas, y que tienen un montón de seguidores. ¿Dónde está el valor ahí?

Claro, lo que para mí es algo inútil, hay otra persona que lo valora (o mejor aún, lo valora el algoritmo correspondiente). Y al final eso es lo que cuenta.

Además lo que les funciona a unos, no tiene por qué funcionar con otros. Dos personas pueden publicar lo mismo, pero si una cae mejor que la otra, el “valor” pasa a un segundo plano.

Conclusiones

Lo que quiero expresar es:

  • Esforzarse, ser constante y resistir es imprescindible. Pero no te garantiza nada.
  • Existen factores externos para lograr el éxito que no dependen de nosotros.
  • La suerte cuenta.
  • El valor es algo subjetivo. Lo que a unos les parece estupendo, a otros les puede parecer mediocre.
  • En definitiva, tenemos que hacer lo único que está en nuestra mano, que es trabajar cada vez más y cada vez mejor.

Rafa Castón

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