Ser nómada digital no es tan fácil: estos son los desafíos a los que debes enfrentarte

En los últimos años, gracias en gran medida al teletrabajo y al auge tecnológico, se ha puesto de moda ser nómada digital. Es decir, trabajar desde cualquier lugar del mundo, muchas veces yendo de un lugar a otro y conciliando la vida profesional con una pasión viajera. No obstante, en ocasiones las cosas no son tan sencillas como pueden parecer desde fuera.

Da la impresión de que ser nómada digital es tan fácil como liarse la manta a la cabeza, coger un ordenador portátil y buscar un sitio con Internet. Básicamente, es eso, pero también existen un montón de desafíos a los que quienes eligen esta vida deben enfrentarse. La letra pequeña que en ocasiones no se lee, pero que todo el mundo debería conocer.

Todos los retos fiscales y legales

Ser nómada digital puede parecer una alternativa romántica y sencilla, pero en el fondo no siempre resulta así, sobre todo si tienes la intención de viajar por diferentes países. En estos casos, llevar a cabo una planificación financiera previa se torna fundamental. Manejar diferentes monedas (en el caso de que sea necesario), lo mismo que prestar atención a los impuestos de cada país. 

Además, las condiciones de la Seguridad Social habituales pueden verse igualmente alteradas, más aún si en algún momento sufres percances como padecer una enfermedad o un accidente laboral. Tener claros todos estos aspectos no suele ser fácil y acostumbra a requerir de asesoramiento profesional.

Una economía variable

Si muchas veces los autónomos en general ya padecen inestabilidad en sus finanzas, este problema puede ser mucho más pronunciado en el caso de los nómadas digitales. Los gastos inesperados, las diferencias en el nivel de vida entre diferentes destinos o la administración de distintas monedas pueden complicar la estabilidad económica, con todo lo que eso conlleva.

Por eso, y aunque suene poco bohemio, llevar un riguroso control de los gastos y los ingresos suele ser muy importante también.

Ojo con los visados

Viajar por varios lugares del mundo puede ser fantástico, pero no siempre resulta tan cómodo como puede parecer en la teoría. Por no hablar de que no es lo mismo ir a alguna parte por vacaciones que para trabajar allí. Son conceptos muy distintos que precisan acciones diferentes.

Los nómadas digitales a menudo se mueven entre países y para ello tienen que asegurarse de que cumplen con las leyes de inmigración y trabajo de cada lugar, por no hablar de los correspondientes visados. Todo ello puede convertirse en un dolor de cabeza y requerir de bastante tiempo hasta que queda en regla.

Dependencia total de Internet

No resulta comparable teletrabajar en un sitio más o menos fijo, donde uno sabe que va a tener siempre una conexión fiable a Internet, que hacerlo yendo de acá para allá. En según qué lugares, sobre todo si estos son rurales o poco desarrollados, tener una buena conexión puede no ser tan habitual como se piensa, siendo un problema para reunirse por videollamada o mandar un correo. 

Todos estos inconvenientes pueden hacer que te lo pienses dos veces antes de ser nómada digital. Es cierto que, con la planificación necesaria, puede ser una experiencia extraordinaria, pero es aconsejable saber de antemano todos los retos a los que vas a tener que enfrentarte, sí o sí.

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