El caso de Isra Bravo

Te voy a contar una historia que suena a película, pero es más real que tus pendientes facturas.

Hace unos años, un tipo estaba descargando camiones en un polígono de Asturias.

Trabajo físico, duro y que no le dejaba ver mucho más allá de las cajas que apilaba.

Pero un día, por pura casualidad, descubrió el copywriting.

Ayudó a un amigo con una página.

¡Pum! 💥

Funcionó.

Ayudó a otra empresa.

¡Pum! 💥

Otra vez funcionó.

Y así, casi sin darse cuenta, nació uno de los copywriters más influyentes de habla hispana.

Ese hombre es Isra Bravo.

Sin redes sociales ni padrinos en el sector, ha logrado facturar más de 180.000 euros al mes gracias a su newsletter diaria.

Y si algo tiene claro (y lo dice sin pelos en la lengua) es esto: si no sabes escribir para vender, estás fuera del juego.

Lo que aprendí al escucharle
La gente lee, pero solo lo que le interesa.

Olvídate de si los textos son largos o cortos.

Si están bien escritos y son relevantes para quien los lee, van a leerse.

La clave es saber contar historias y conectar.

Si no captas un email, pierdes oportunidades.

Las redes sociales son bonitas hasta que un algoritmo decide dejarte tirado.

Isra lo dice claro: los correos te permiten vender a 100.000 personas en 10 minutos.

Escribe como hablas.

Si en un café no le soltarías a alguien un discurso técnico, ¿por qué hacerlo en un texto?

Lo simple vende.

Graba conversaciones.

Cuando no sepas qué escribir, graba a tus clientes hablando de tu producto.

Las mejores ideas salen de ahí.

Rompe patrones.

Si todo el mundo grita “calidad garantizada”, tú susurra algo inesperado.

Sorprender llama la atención.

Deja a la gente con hambre.

No des toda la información de golpe.

Si logras que alguien diga “quiero saber más”, ya has ganado medio partido.

Isra no solo aprendió a escribir.

Aprendió a provocar emociones, a conectar y a persuadir.

Y todo eso lo hizo porque entendió una verdad simple: a la gente no le importan tus productos, le importan sus problemas.

Si logras que crean que tú los puedes resolver, tienes un cliente.

Si quieres un chute de inspiración para llevar tu negocio al siguiente nivel, esta historia te deja algo claro.

En el mundo de las ventas, quien domina las palabras domina el mercado.

Fastlaunchr

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