Construyo un minihotel como Airbnb y lo vendo por 6 millones de euros: este es el secreto para vender una casa al mejor precio

Mi sueño era crear un pueblo inspirado en las cabañas nórdicas en el corazón de Texas.

Entonces, encontré en el portal inmobiliario Zillow una parcela de dos hectáreas en la ciudad de Waco (Texas), a pocos kilómetros de mi casa. Finalmente, compré el terreno por 130.842 euros (138.000 dólares) con un préstamo a corto plazo y mis ahorros en marzo de 2021.

En nueve meses y medio, gestioné el diseño y la construcción de un microrresort rodeado por un maravillos entorno natural que te absorbe. He financiado las obras con un préstamo de un banco local y gracias al capital de amigos y familiares. La construcción ha costado 2,3 millones de euros (2,5 millones de dólares), incluida una piscina y jacuzzis, añadidos posteriormente.

Inauguramos el mini hotel en enero de 2022. Un influencer de viajes que ha promocionado el Airbnb en Instagram nos ayudó a volverlo viral y a conseguir un gran número de reservas. Ha funcionado como una mina de oro instantánea. Live Oak Lake se convirtió enseguida en un minihotel de lujo con lago privado que generó nada más ni nada menos que 500.000 euros en reservas en 2022.

Desde el primer momento hemos apostado fuerte por Instagram, lo que ha impulsado la marca a través de la creación de contenidos y de la colaboración con más influencers. Algunos de nuestros primeros huéspedes se convirtieron en fans: solían ir varias veces al año con diferentes acompañantes. Con los primeros 12 meses de apertura, conseguimos 815.243 euros (860.000 dólares) con las reservas.

Durante todo el tiempo que el negocio ha estado en marcha, tenía en mente que si alguien venía para ofrecerme el precio y las condiciones adecuadas, me plantearía venderlo. Creo que toda posesión material tiene un precio.

De hecho, al final he vendido la propiedad, llamada Live Oak Lake, por 6,6 millones de euros (7 millones de dólares) en octubre de 2023. He aprendido mucho sobre cómo cerrar un trato, por no hablar de la importancia de contar con un buen agente y abogados.

La singularidad de la propiedad ayuda a conseguir un buen precio

Live Oak Lake era como mi bebé. Al fin y al cabo lo he construido desde cero.

Eso sí, los tres primeros meses de apertura fueron un reto. Yo estaba aprendiendo a integrar el software de gestión inmobiliaria y mi mujer se encargaba de la limpieza.

Contratamos a tiempo parcial a un gestor de la limpieza y de la comunicación con los huéspedes junto a un gestor de operaciones. Ambos dirigieron el establecimiento desde los primeros meses.

Yo dedicaba entre cinco y diez horas semanales al negocio, sobre todo a labores de marketing. Como en hostelería se trabaja 24 horas al día, siete días a la semana, algunas de esas horas eran por la noche, cuando los huéspedes llegaban tarde. Además del hotel, me dedicaba a la marca personal y al coaching. Mi mujer y yo también trabajábamos en misiones con nuestra iglesia.

Parte de la razón por la que me planteé vender Live Oak Lake ha sido el estrés de dirigirlo. Aunque automatizaba los elementos para ser eficiente, la experiencia del huésped es primordial en hostelería. Me centraba en impresionar a los huéspedes y quería mirar todas y cada una de las reseñas. Era difícil desconectar del trabajo.

Como consecuencia, pusimos Live Oak Lake a la venta en el verano de 2022. Había varios interesados, pero estábamos seguros de que la propiedad valía más. Así que retiramos el anuncio y subimos el precio en un millón de dólares cuando volvimos a ponerlo en venta en enero de 2023.

Un bróker especializado en hostelería se puso en contacto conmigo. Y cuando volvimos a poner la propiedad en venta, el agente nos ayudó a investigar a los interesados.

Estábamos a punto de cerrar un trato por 6,1 millones de euros (6,5 millones de dólares), pero los compradores se echaron atrás el día antes del cierre. Fue una montaña rusa emocional. En el mercado inmobiliario, es importante aplicar las claves para vender tu casa más rápido y al mejor precio.

Pocos días después, recibimos otra oferta de 6,6 millones de euros (7 millones de dólares) por parte de un grupo privado de inversores, que pudimos cerrar. La propiedad se gestiona de forma similar y algunos de mis amigos que contraté para gestionar las cosas sobre el terreno siguen trabajando allí.

Creo que la singularidad y la novedad de la propiedad, el público que hemos creado y la calidad de la hospitalidad que ofrecemos nos ayudaron a vender por ese precio.

No teníamos prisa por vender, pero 6,6 millones de euros (7 millones de dólares) es mucho dinero. Además, hice migas con el comprador y me gustó su forma de ver las cosas. Sentí que entendían lo que nos hacía especiales, como nuestros seguidores en las redes sociales, las reservas directas y nuestra experiencia única.

La valiosa lección que he aprendido sobre vender propiedades

Una cosa que aprendí del proceso de venta fue la importancia de contar con buenos abogados y un gran bróker.

Nuestro agente era de la zona, lo que fue de gran ayuda. Hemos tenido muchas inspecciones de propiedades y reuniones con posibles compradores. Lo mejor de todo es que el agente podía ayudar con todo ello sin que yo tuviera que hacerme cargo de cada detalle.

Incluso, el bróker aliviaba mi inestabilidad emocional y mi apego con la propiedad porque no tenía que participar en todas las interacciones. Soy una persona muy detallista a la que le gusta microgestionar las cosas. Necesitaba confiar y delegar en otras personas, como mis abogados y el agente, que me permitieran desentenderme del proceso de venta.

A partir de mi experiencia, recomendaría encarecidamente la contratación de un agente a cualquiera que quiera vender un inmueble.

Adiós al estrés al vender la propiedad

Creo que he vendido Live Oak Lake en el momento oportuno. He conservado la propiedad durante el tiempo suficiente para adquirir experiencia en la gestión de un microhotel de Airbnb y desarrollarlo hasta convertirla en una propiedad de gran valor. Gracias a las claves para convertirte en un anfitrión de éxito.

Sin embargo, la venta me ha permitido decir adiós al estrés en mi vida. Tengo una oficina y un estudio de arte en mi patio trasero, en el que ahora puedo trabajar en otras empresas cuando quiero. Asesoro a otros promotores de microrresorts, que es como financio mi estilo de vida ahora.

Creo que volvería a tener y a gestionar otro proyecto, pero me gustaría contratar a un gerente a tiempo completo al que pudiera formar para que llevase a cabo nuestras operaciones.

Live Oak Lake ha sido un proyecto increíble. Un bautismo de fuego en el mundo inmobiliario, del marketing y de la hostelería. El precio ha sido el justo, así que tenía sentido venderlo.

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