Lógicamente, la respuesta es relativamente compleja, porque depende de muchas cosas, algunas de ellas variables según la persona y el contexto…
Por ejemplo, alguien con “caché”, “reputación” o cierta “marca personal” podrá hacer tranquilamente un x2 de los precios que voy a poner a continuación, que son solo una estimación aproximada de mercado en 2025.
Arrancamos.
Vender caro Versus vender barato
Vender caro te puede hacer rico. Vender barato… seguramente no.
Y esto te lo dice alguien con la filosofía “democraticemos el mundo del SEO” (eslogan que cuelga de la pared de mi oficina y que puedo leer según escribo, en estos momentos).
“Democratizar el SEO” implica hacer el SEO accesible a muchas personas (cientos, miles, decenas de miles en realidad…). Y eso es lo que hice yo.
Hacer el SEO accesible a muchas personas implica vender barato.
Estuve durante casi 10 años publicando artículos en un blog (artículos tan currados que parecía que quería ganar el premio Cervantes como cada uno de ellos).
Me dejé la vida, el alma y la salud hasta que mi negocio en internet comenzó a ser rentable.
Construí toda una comunidad alrededor de mí y luego creé productos y servicios para esa comunidad, como han sido DinoRANK o Mentoría SEO.
He hecho ese camino y precisamente por eso lo conozco.
Y, honestamente… Si tuviera un hijo y le tuviera que dar un consejo, lo último que le diría es que “fuera como yo”.
¿Por qué?
Porque el camino es estúpidamente cuesta arriba y duro por momentos.
Porque es mucho más fácil vender una cosa a 100 euros a una sola persona… que 100 cosas a 100 personas a un euro.
Por eso te digo desde ya: debes vender tus servicios caros.
Vamos a empezar respondiendo a la pregunta del millón.
¿Cuánto deberías cobrar por tus servicios SEO?
A continuación, te dejo cifras estimadas del precio promedio que se cobra por los principales servicios:
Esos precios son “normales”.
Si vas a empezar a dar servicios, te sugeriría ir por la parte “alta” de la horquilla de precios.
Por ejemplo, para hacer una auditoría SEO, sería mejor que cobres 800 euros a que cobres en lugar de 400.
Aunque esto también depende mucho de ‘lo bueno’ que seas.
Me explico.
El precio que puedes cobrar viene determinado por 4 factores:
Lo bueno que eres haciendo algo
Lo bien que lo sabes vender
El caché o la marca personal que tengas en general
El mercado. Cuánto está dispuesto a pagar, en promedio, por ese servicio
Si estás empezando el punto 3 no lo tienes aún, pero puedes trabajar en el 1 y 2.
En mi caso, por ejemplo, cuando empecé a aprender SEO (hace más años que la primera de Jurassic Park). Se me daba especialmente bien la parte de “SEO de contenidos”.
Pero no era especialmente bueno en la parte “SEO técnica”.
Y mi “caché” empezó muy pronto a despuntar poco a poco gracias a que todo lo que aprendía lo iba contando en mi blog blogger3cero.com
Bien, pues teniendo en cuenta esto, yo podría haber cobrado unos 800 euros por un keyword research (parte más alta de la horquilla), pero “solo” 500 o 600 por una auditoría SEO (parte baja, aunque no la parte más baja, por eso de no venderse barato).
Pero además de esto…
Hoy quiero hablarte de algo que he visto hacer a decenas de emprendedores que se han acabado quemando por el camino.
Y no quiero que te pase a ti.
Te cuento.
¿Has oído hablar del síndrome del impostor?
Seguramente sí, pero te cuento un poco de qué va por si te acabo de pillar despistado.
El síndrome del impostor es esa vocecita que hay en tu cabeza cuando estás empezando un negocio y que te dice tú no vales.
Que tú no puedes cobrar más porque estás empezando.
Y que tienes que poner precios bajos y coger cualquier cliente que te surja “para ir aprendiendo y porque lo necesitas”.
Así que decides poner precios bajos porque “estás empezando y no puedes cobrar más”.
(Esa vocecita suele aparecer cuando estás empezando un negocio, pero a veces se queda más tiempo y al final nunca ves el momento de subir más los precios).
Puro bullshit.
Créeme si te digo que esa voz es el peor enemigo que puede tener tu negocio.
Lo he visto una y mil veces en otros emprendedores (y en muchos alumnos de mis formaciones).
Ofrecer precios bajos y coger como cliente a cualquiera que esté dispuesto a pagarte es un error.
Incluso aunque lleves poco tiempo.
Te explico por qué.
Primero, al ofrecer precios bajos tú mismo estás restando valor a tu trabajo.
Y así solo vas a conseguir atraer a clientes que no valoran lo que haces, ya que sólo te contratan porque eres el más barato.
Si tú mismo no valoras tu trabajo, ¿por qué lo iban a hacer ellos?
Y segundo, cuando ofreces precios bajos, para llegar a tener un sueldo decente a final de mes, vas a tener que aceptar a muchos clientes.
Si no, las cuentas no salen.
Y el agobio va a ser doble.
Primero, porque al necesitar más clientes vas a tener que esforzarte más para vender.
Y segundo, porque más clientes significa más posibilidades de que surjan problemas.
Por lo que, sin darte cuenta de cómo ha llegado a pasar, llegará un momento en el que estarás todo el día apagando fuegos y corriendo de un lado a otro como pollo sin cabeza.
Atendiendo las exigencias de esos clientes que no te valoran y que siempre van a querer más.
O que van a exigir resultados rápidos (¡quieren resultados inmediatos en el SEO!) y te van a amenazar constantemente con dejar de pagarte.
Y tú, que quizás piensas que no puedes permitirte perder a ningún cliente y además quieres contentarlos a todos y no les dices que “no” a nada, te vas a desvivir por hacerles felices.
Pero nunca lo vas a lograr.
Y no es tu culpa.
Es de ellos, que son clientes tóxicos para los que siempre va a estar todo mal. Los clientes baratos siempre son los más exigentes.
Así que aquí viene lo que yo te recomendaría hacer:
No tires tus precios a la baja.
Aunque estés empezando.
Sí, vas a tener que esforzarte en cumplir la promesa y en conseguir resultados para tu cliente.
No te estoy pidiendo que mientas o que vendas humo.
Pero si tienes menos clientes que pagan mejor, tendrás más tiempo para dedicarles a cada uno y podrás hacer un mejor trabajo con ellos.
Podrás ofrecer el mismo servicio, pero con una mejor atención y mayor implicación.
Y eso, con el tiempo, también te hará mejor profesional.
Con esto voy terminando ya por hoy.
Es posible que ahora, tras leer este email, haya dos tipos de personas:
Los que van a dejar todo como está; y los que decidirán probar a hacer algo de lo que he comentado aquí.
Para los segundos, en el post de mañana contaré 3 formas para subir precios con confianza en ti mismo.
Seguro que hay alguna más, pero yo te voy a contar estas 3 que he comprobado que funcionan muy bien.
Pero eso, ya será mañana.