Los expertos desvelan este truco para mejorar tu productividad

Cada vez estamos más conectados al móvil. Se puede decir que es como una extensión de nosotros. Pero no solo este aparato, hay otras herramientas que se utilizan a diario que también envían notificaciones avisándonos de novedades. Sin embargo, todas estas interrupciones, por pequeñas que sean, impactan en tu productividad.

Muchos expertos comienzan a recomendar que lo mejor sería desactivar las notificaciones durante la jornada laboral para mejorar, no solo la productividad y eficiencia en el trabajo, sino también para conseguir desconectar y tener unas horas sin que nadie te moleste.

Cuánto cuestan las interrupciones digitales

Notificaciones recibimos muchas a lo largo del día: las del correo electrónico, aplicaciones que usamos a diario, actualizaciones, mensajes de WhatsApp, grupos de trabajo, avisos del banco… Pero, según expertos en neurociencia y psicología, están alertando de los efectos que tienen las interrupciones constantes en la concentración. 

Según un estudio de la Universidad de California, Impact of interruptions on productivity, cada vez que se recibe una notificación al móvil o al ordenador, el cerebro entra en un estado llamado “micro interrupción”. Esto provoca que la mente pierda el enfoque y volver a concentrarte en la tarea original no es algo fácil, sino que tardarás un tiempo.

En este sentido, el enfoque de la “atención dividida”, es decir, del intentar realizar varias tareas al mismo tiempo no ayuda en tu productividad. El cerebro no está hecho para manejar varias tareas que requieran una atención profunda al mismo tiempo, tal y como afirma Dimitar Bakardzhiev en LinkedIn.

Por eso, si estás trabajando y recibes una notificación, el flujo de trabajo se interrumpe y eso ralentiza toda tu productividad.

Según ese estudio, una persona a la que interrumpen, necesitará entre 23 y 25 minutos para volver a centrarse en la tarea inicial. Y debido a ese desgaste mental, que empeora a lo largo del día y del tiempo, se puede desarrollar una “fatiga cognitiva”.

A esto hay que sumarle la sobrecarga de información y el hecho de que las notificaciones pueden aumentar el estrés en las personas, ya que pueden sentirse agobiadas, no solo por esas interrupciones, sino también por no contestarlas rápido.

Qué pasa si se desactivan las notificaciones

En el caso de que hagas caso a los expertos, desactivar las notificaciones te puede ayudar a reducir la fatiga mental. Y, con ello, a tener un mayor bienestar y productividad, tanto en el trabajo como en la vida personal.

Según los expertos, cuando tienes menos notificaciones, o directamente ninguna durante un periodo de tiempo, te puedes centrar en las tareas importantes y conseguir los objetivos planteados en el día. La velocidad, así como la calidad del trabajo, se ven aumentadas cuando dejas de lado el móvil o cualquier aviso.

Pero no es lo único. Además de esos beneficios en tu productividad, también ganarás en bienestar emocional al no tener esa presión de estar “siempre disponibles” o “siempre conectados”, algo que puede aumentar la ansiedad por recibir notificaciones y tener que responder de manera inmediata.

Entre las recomendaciones de los expertos, está el comenzar a desactivarlas poco a poco, empezando por las no esenciales, o incluso programando un horario al día en el que revisarlas, haciendo que el resto del tiempo puedas centrarte en otras cosas.

Si se hace de golpe, te arriesgas a sufrir lo que se llama abstinencia digital, lo cual puede generarte mayor ansiedad, y resultar contraproducente.

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