Los 4 tipos de suerte, mejora a tu personaje y otras ideas de Fernando Mateos

Ya está disponible la entrevista que le hice hace unos años a Fernando Mateos. Y como siempre, he aprovechado para recopilar las 7 ideas más potentes que salieron durante aquella conversación y compartirlas contigo.

(Fernando, en caso de que no le conozcas, es Doctor en Biología y ha hecho postdoctorados en Suecia, Alemania y Estados Unidos. Además, ha guiado expediciones por la Amazonía Peruana, ha bajado el río Yukon en canoa, e incluso ha grabado en la selva un documental para la BBC).

¡Ahí van esas ideas!

1. Mejora al personaje de tu propio videojuego

Una buena heurística para guiar tu vida es imaginarte a ti mismo como el personaje de un videojuego, con sus habilidades, herramientas y superpoderes que puedes ir desarrollando.

Por ejemplo, si aprendes un idioma nuevo, ganas confianza al hablar en público o aprendes sobre persuasión, lo que realmente estás haciendo es subir de nivel a tu personaje dotándole de habilidades nuevas.

Los retos que te plantea la vida también sirven para subir de nivel. Por lo tanto, en vez de algo negativo, pasan a ser una oportunidad para mejorar a tu personaje, adquirir nuevas habilidades y seguir acumulando puntos de experiencia.

Y si en algún momento ves que sólo te estés enfrentando a enemigos de nivel inferior, que no están sirviéndote para mejorar tu personaje, sabrás que ha llegado de salir de tu zona de conforte y buscar desafíos mayores.

2. No te avergüences de tener suerte pasiva

La suerte de tipo 1 o suerte pasiva es el tipo de suerte sobre la que tú no tienes ningún control porque depende de circunstancias externas. Es la suerte de nacer en un país desarrollado, de encontrarte dinero tirado en la calle o de que te toque la lotería.

Lo importante con este tipo de suerte es, cuando te toque, no desaprovecharla ni avergonzarte de ella. Al contrario: es tu “deber” sacarle el máximo provecho a esta suerte “ciega” y utilizarla para hacer el bien y ayudar a los demás.

3. Échale una mano al destino y haz que pasen cosas

El segundo tipo de suerte que existe es la suerte de hacer cosas. Es el tipo de suerte que depende de cuánto te muevas tú. De ser capaz de crear situaciones aleatorias e inesperadas y oportunidades en las que pueda surgir la suerte.

Un ejemplo de esta suerte es la de ir a un evento de marketing, hablar con mucha gente y acabar conociendo a quien será tu futuro socio en una empresa. Si no hubieses ido a ese evento no habrías tenido esa suerte, al igual que si hubieses ido pero solo hubieses escuchado las conferencias y no hubieses socializado.

4. Controla a la suerte ganando experiencia en un sector

El tercer tipo de suerte es la de suerte estar preparado. Esta suerte aparece cuando en un sector determinado tienes experiencia y conocimientos, y eres capaz de reconocer las oportunidades que surgen e ir a por ellas.

Es el tipo de suerte que tiene por ejemplo un inversor experimentado, que gracias a su experiencia y habilidades es capaz identificar una oportunidad única que otros no ven e ir a por ella.

5. Conviértete en un imán para la suerte

El último tipo de suerte que existe es la suerte que viene a ti sin tú tener que hacer nada. Es la suerte que ocurre cuando tú has creado una marca personal o una reputación tan buena que hace que otros se acuerden de ti en el momento en el que ellos tienen suerte. Te estás aprovechando de la suerte de otros.

Un ejemplo es cuando alguien te habla de una oportunidad de trabajo que han visto y que sería perfecta para ti. No ha hecho falta que hayas tenido que encontrar tú esa oferta, sino que la otra persona ha tenido la suerte de encontrarla, y gracias a tu reputación te rebota a ti esa suerte sin necesidad de hacer nada más.

6. Diferénciate mientras estás en la universidad (y no solo con la nota)

Una vez salgas de la universidad, aunque sea con una buena nota, vas a tener lo mismo que el resto de tus compañeros: un título universitario. Por lo tanto, no esperes a terminar la universidad para empezar a hacer cosas.

Durante la carrera involúcrate en proyectos concretos que más adelante te puedan servir para demostrar tus habilidades e intereses en una entrevista de trabajo.

El objetivo poder dar una respuesta muy clara a la pregunta: “¿Qué me diferencia del resto? ¿Por qué yo y no cualquier otro con el mismo título?”

7. Vuélvete imprescindible en tu empresa

Lo normal cuando tú entras a trabajar en una empresa es pensar que tú eres un engranaje más de esa empresa, y que todo lo que hagas será para impresionar a tu jefe inmediato, que es el que decidirá cuándo darte un aumento de sueldo o de responsabilidades.

Sin embargo, también puedes imaginarte que eres si fueses el dueño de la empresa y tratar de mejorar un proceso completo. De esta manera, si consigues encontrar una forma de hacer las cosas que sea mejor o más efectiva que como venían haciéndolas hasta ese momento, puedes presentársela al directivo que corresponda, empezar a mejorar la empresa y convertirte en una figura mucho más relevante.

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Estas son solo algunas de las ideas que salieron durante mi entrevista con Fernando sobre «Cómo llevar una vida de aventuras trabajando como investigador y biólogo», pero hay muchas más.

Así que, si en su momento te la perdiste, o si simplemente te apetece recordar la multitud de enseñanzas que Fernando compartió conmigo durante aquella conversación, puedes escucharla en formato podcast o verla en YouTube haciendo clic aquí:

Un abrazo, Ángel.

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