Tengo la sensación de que existen dos caminos cuando decides crear tu forma de vida.
🪴 El primero, el más tentador, es el que te promete resultados rápidos.
Ese que te dice qué hacer, cómo hacerlo y en qué orden, con pasos claros y probados.
🌱 El segundo es más complejo, más incierto.
Es el camino de mirar hacia dentro, de preguntarte quién eres antes de decidir qué vas a crear.
Yo he recorrido ambos.
Con Auténtica y Digital, elegí el primero.
Sí, con muuuchos toques del segundo, pero al fin y al cabo hizo todo lo que “tenía que hacer” para que mi negocio funcionara según lo que había aprendido.
Y sí, funcionó!
Y no, no me arrepiento: era justo lo que necesitaba en ese momento.
Fue la base sólida desde la que todo comenzó.
Aunque este año elegí el segundo.
Elegí SER.
Indagar en tu SER no es un proceso sencillo.
Implica parar, reflexionar y, muchas veces, enfrentarte a cosas que preferirías evitar.
Pero también es el único camino para construir algo que te represente de verdad.
Llámalo marca personal, llámalo branding, da igual. Al final, todo significa crear desde lo que eres.
¿Entenderte para crear algo más fuerte o hacerte más fuerte gracias a entenderte?
Cuando decides SER, todo cambia.
Dejas de seguir guiones preestablecidos y empiezas a escribir los tuyos propios.
Y eso, sin ninguna duda te fortalece.
Tu negocio se convierte en una extensión de ti, en algo que no solo haces para ganar dinero, sino en algo que haces porque no podrías no hacerlo, porque crees en ello, porque te mueve, te vibra, lo disfrutas.
Y aunque sea más sencillo seguir un paso a paso que otros antes han recorrido, que te garantizan que funcionará, que te llevará a un supuesto éxito…
Cuando decides SER:
- Conectas con lo que eres y eso te da la claridad para saber siempre las respuestas sin que te importe la validación externa.
- Creas desde tu propio lugar, desde tu propia base y desde ahí tienes más fuerza porque nada ni nadie lo puede cuestionar.
- Y por supuesto, reconocerte en tu negocio, en tu día a día, te da libertad en cada acción y cada paso.
Así nació La JAM Studio
Decidí que mi negocio tenía que fluir conmigo, no podía esperar más.
Que tenía que ser un espacio para mi creatividad, para que mis ideas crecieran, para dar libertad a mis ganas de experimentar.
No es un sistema, no es una estrategia rígida.
Es mi manera de mostrarme al mundo y de conectar con él.
Porque un negocio claro, alineado y conectado contigo no solo funciona.
Te hace más fuerte.
Y todo esto sin ti, no tendría sentido
Sé que para muchas personas todo esto no tendrá ni pies ni cabeza, lo entiendo, personas muy racionales que ya les va bien así, de verdad, lo entiendo
Pero quizá si has llegado hasta aquí seas una mente creativa como yo, entonces sigue leyendo, es para ti:
- Quiero que tu negocio sea mucho más que un listado de tareas o una fórmula prediseñada.
- Quiero que sea un reflejo de quién eres, que fluya contigo, que te haga sentir fuerte y libre.
✨ Un negocio que te represente, que conecte con tu identidad y que no sea más que la extensión de lo que eres.
Para eso, primero tienes que permitirte parar, mirar hacia dentro y construir desde ahí. No desde lo que otros dicen que deberías hacer, sino desde lo que tú eliges SER.
Mi propósito y compromiso contigo y ayudarte a crear un negocio y una marca que no solo funcionen, sino que también te den la libertad de disfrutarlos.
Porque cuando todo está alineado, crear es más fácil, más fluido y, sobre todo, más libre, más tú.