El NAMING perfecto

Así es como comencé el jueves la presentación de una nueva marca.

Las 4 personas en la sala me miraban atentamente deseosas de ver todo lo que había preparado y creado plasmado sobre aquella pantalla.

✨ Se trata de una nueva empresa que va a transformar por completo la manera en la que hasta ahora entendemos los viajes (pero de todo esto, no te puedo hablar aun).

Me contrataron en mayo para ayudarles a definir el naming.

Sí, el nombre de la marca, eso tan importante que todos nos planteamos cuando creamos una nueva empresa, como si fuera lo que va a determinar su éxito, lo que va a definir su conexión con la gente, las ventas…

Como si las empresas más conocidas y grandiosas actualmente (piensa en las primeras que te vienen a la mente), tuvieran nombres absolutamente geniales por los que nos han atraído a ellas.

Pero no, siento decirte que el nombre en sí, no es lo más importante, aunque te haga ilusión buscarlo como si se tratara de tu próximo bebé.

“Quiero deciros algo, sé que os sorprenderá y que tenéis muchas ganas de ver mis propuestas, pero el nombre de marca es lo que menos importa de todo lo que os voy a mostrar hoy aquí” 

Y no me malinterpretes…

¡Soy una absoluta fan de poner nombres!

Nombres que sugieren, que evocan, que tienen una historia detrás, que transmiten una emoción, que forman parte de tu universo de marca.

El nombre es la puerta de entrada a tu negocio, a tu servicio, a tu newsletter…

De hecho, a pesar de trabajar mi marca personal como Carmina Lozano, le pongo nombres a todo mi universo:

La FUGA Branding (mi newsletter que ahora estás leyendo)

La JAM Studio (mi estudio creativo)

Y cualquier otro servicio, acompañamiento, programa o sesiones que voy lanzando a lo largo del año, también siempre tienen un nombre acorde con mi marca: El PLAN B, El DEBUT, La GIRA…

Así como los servicios que hacemos en DUO creativo Rachel y yo, para los que hemos creado un mundo de marca capaz de fusionar nuestras dos marcas con programas y servicios como DELIZIA, ESENZZA, INCANTO… (pero de todo esto ya te hablaré).

El tema hoy que me encantaría que te quedes es que un nombre sin un mundo de marca definido es como una puerta que te invita al vacío.

Puede ser una puerta preciosa, de madera maciza o de un color muy vibrante, con un pomo de oro, pero si cuando la abres, dentro no hay nada, es pura decepción.

Entonces…

¿Es importante el nombre de una marca o no?

Sí, lo es.

Pero sin una experiencia de marca alrededor, para mí, no tiene sentido.

Y tras estas primeras palabras comencé a deslizar la presentación:
  • Una historia de marca que entrelazaba la historia personal del creador con este nuevo proyecto.
  • Un propósito tan grande, real e innovador que se te eriza la piel al escucharlo.
  • Unos valores robustos, inquebrantables que definen a una marca con una filosofía y principios claros.
  • Una personalidad y emoción, cautivadora y con mucho sentido…
  • Manifiesto, tono de voz, estilo comunicativo…
  • Un ambiente visual, colores, texturas, ambiente (gracias a mi compañera en el estudio experta en ambiente visual

¿Y el nombre?

El nombre de repente pasó a un segundo plano.

Vieron de manera clara, que “cualquiera” de las opciones que barajábamos estaría perfecta, acompañada de toda esa experiencia.

¿Cuál es el nombre final?

Eso no te lo puedo contar todavía.

Pero si eres de las personas que todavía no ves valor en un proceso de branding para tu negocio, idea, proyecto… espero que hoy esta carta, te haga reflexionar.

Tu marca es la experiencia que haces vivir a la gente a través de tu negocio y si tú quieres, puede ser tu propia autoexpresión.

Y no sé qué piensas tú, pero a mí esto, me eriza la piel.

¿Hay algo que te pueda hacer sentir más libre?

  • Que tu trabajo transmita tu propia expresión.
  • Que la comunicación de tu marca esté totalmente impregnada de ti.
  • Que tu negocio y tú se fusionen para dar lugar a un estilo de vida que puedas disfrutar, gracias a la experiencia que quieres y haces vivir, gracias a tu marca.

 

¿Tú ya sabes lo que quieres transmitir o prefieres poner el nombre “perfecto”?

¡Un abrazo grande!

Carmina Lozano

La FUGA Branding 

Deja una respuesta